Los Orkos son la raza más brutal y sedienta de guerra de cuantas habitan en la galaxia. Estos monstruos de piel verde solo viven para el combate y disfrutan sembrando el caos y la destrucción. De hecho, tan grande es su necesidad de conflictos, que no dudan en luchar contra los de su propia raza en sangrientas guerras contra otros Orkos debido a su sed insaciable de batalla.
En ocasiones, un kaudillo orko surge de las filas de una horda y une a los demás con su incitadora visión de conquista, Bajo la arrolladora personalidad del kaudillo (y yambien por su intimidatoria presencia física), lo Orkos parten en busca de nuevos enemigos a los que enfrentarse. Y, si su invasión aumenta de tamaño, se ven atraídos irrefrenablemente hacia ella hasta originarse un poderoso ¡Waaagh!
Estos ¡Waaaghs! no pueden detenersem pues cientos de miles de guerreros sedientos de lucha se lanzan sobre un planeta en una marea verde de malevolencia orka. Gracias a estas conquistas masivas, los Orkos se han extendido por toda la galaxia, desde el centro hasta la franja exterior. Si los Orkos llegasen a estar unidos como cualquier otra raza, ningún ejercito de la galaxia resistiria su asalto.
En batalla, las enormes hordas de musculosos pieles verdes cargan empuñando toscas espadas y disparan sin cesar sus armas. Otros se lanzan gritando sobre el enemigo montados en motocicletas destartaladas, buggies y karros de guerra con sus rugientes motores metálicos exhalando humo aceitoso. Sobre ellos se diernen los poderosos gargantes, enormes efigies de los dioses orkos, cargados de cañones y misiles que despliegan una potencia de fuego capaz de arrasar una ciudad. Cuando los Orkos se lanzan al combate, la galaxia tiembla.