Los Tiránidos son la mayor raza alienigena que infesta la galaxia. Como una fuerza elemental, se reúnen en ingentes grupos y, permanentemente hambrientos y demasiado numerosos para ser detenidos, atraviesan el vacío en sus naves igual que un banco de peces. Se cree que los Tiránidos han migrado desde más allá de la galaxia conocida buscando nuevos sistemas que consumir. Sus enjambres devoradores descienden sobre planetas a los que despojan de todo tipo de vida. Devoran cualquier organismo y lo devuelven a las naves enjambre, donde es disuelto en un rico fluido biológico con el que se desarollarán nuevos organismos tiránidos. Cuando los Tiránidos avanzan buscando una presa fresca, no dejan tras ellos nada más que una esfera de piedra muerta.
Los Tiránidos no construyen sus armas y naves con metal o plástico, sino que usan la selección genética y la bioingeniería para desarollar el material orgánico recolectado en los mundos que han absorbido. Las flotas enjambre tiránidas constan de millones de naves conscientes, cada una de ellas hogar de billones de monstruosidades que evolucionan a partir de los genoórganos de la cámaras reproductoras de las naves. todas estas criaturas han sido creadas para servir a una entidad única que es la nave, y la nave solo existe como parte del horrendo superorganismo que es la flota enjambre.
La raza tiránida está formada por muchos tipos de criaturas que funcionan como una sola, perfectamente coordinadas por la consciencia estructuralista de la mente enjambre. En combate los Tiránidos forman una horda feroz y aniquiladora. Progenies de bestias con cuchillas corren bajo pesados biotanques y terribles tiranos de enjambre en una avalancha de máquinas destructivas fruto de la bioingeniería. Imparable y despiadada, la raza tiránida representa una amenaza inimaginable no solo para la Humanidad, sino para toda la galaxia.